SEARRISOT-RETOS

Avances tecnológicos en el manejo sostenible del agua de riego con agua marina desalada

El proyecto SEARRISOST se introduce en el campo de la agricultura, llevando de la mano la utilización de nuevas fuentes de agua (agua marina desalinizada) junto con las últimas tecnologías empleadas en el control de la fertilización y en la desalación de aguas, con el objetivo de desarrollar nuevas prácticas de manejo y gestión de las aguas marinas desalinizadas (AMD), necesarias para conseguir una producción agrícola sostenible.

En este sentido, los productores agrícolas, que se abastecen de aguas de diferentes orígenes (superficiales, subterráneas, regeneradas, desaladas) se enfrentan ante la problemática de una calidad de agua cambiante en los almacenamientos de agua, y por tanto, a la necesidad de asegurar la calidad físico-química del agua previo a su uso en el riego.

Esta situación hace que su uso sostenible en el riego, con el fin último de garantizar su viabilidad agronómica se deba asentar sobre una sólida base tecnológica.

Para conseguir un manejo adecuado de la AMDs, y reducir así cualquier efecto negativo sobre el rendimiento de los cultivos (toxicidad por Na+, Cl- y B, desajustes nutricionales, degradación de los suelos, etc.), se aportarán soluciones innovadoras, que a su vez crearán nuevas oportunidades de negocio en un sector donde el agua es la pieza clave para su desarrollo económico.

Dichas soluciones se llevarán a cabo, por un lado mediante la implantación de equipos eficientes de reducción de boro, pues el boro es un metaloide de bajo masa molecular que atraviesa sin dificultad las membranas en la ósmosis inversa. Por otro lado, mediante la implementación y control de equipos de fertirrigación expertos que permitan ajustar las dosis de fertilizantes en base a la calidad inicial del agua de riego. Con el desarrollo del proyecto se espera conseguir:

• Desarrollar equipos altamente tecnológicos y de un servicio de fertilización experta que las empresas no ofrecen en la actualidad.
• Mejorar la eficiencia en el uso del agua (ahorros de agua entre 5-10%, y hasta un 15% de fertilizantes) derivados de la gestión más eficiente del agua y de los fertilizantes.
• Reducir del gasto energético específico y las emisiones de gases de efecto invernadero (hasta 20%).
• Mantener la sostenibilidad medioambiental, reduciendo el daño de las AMDs en el suelo y la reducción de la contaminación de los acuíferos.

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